La entrega segura de adhesivos termofusibles a los clientes en el Medio Oriente requiere la construcción de un "escudo de microclima" contra el calor externo a lo largo de toda la cadena logística. Esto se basa en la innovación sinérgica del embalaje, el transporte y la gestión.

1. Mejora del embalaje: Creación de una "cápsula de latencia" para el producto

• Barrera activa:El uso de bolsas laminadas compuestas de aluminio refleja eficazmente la radiación infrarroja, retrasando el aumento de la temperatura interna. Para PUR, es esencial incluir suficiente desecante dentro de la bolsa de aluminio y emplear vacío o purga de nitrógeno para eliminar la humedad que desencadena la pre-reacción en su origen.

• Refuerzo mecánico:El uso de cajas de cartón corrugado de alta resistencia y anti-compresión asegura que las mercancías apiladas no se colapsen bajo el peso, incluso si se ablandan por el calor, proporcionando un espacio físico estable para los productos internos.

• Optimización de la unidad:La implementación de una estrategia de embalaje de unidades pequeñas (por ejemplo, cajas de 10 kg) minimiza el tiempo de exposición del producto restante al ambiente después de cada apertura, lo que permite una gestión precisa.

2. Optimización de la ruta logística: Trazado de una "ruta sombreada" para los contenedores

• Selección espacial:Durante el estibado de los buques, priorizar las ubicaciones más frescas en las cubiertas inferiores, lejos de las paredes de la sala de máquinas, para evitar eficazmente el calentamiento continuo de la luz solar directa.

• Enfriamiento pasivo:La instalación de paneles de aislamiento reflectantes del calor en las paredes internas de los contenedores es un "protector solar físico" rentable que puede reducir la temperatura interna máxima en 5-10°C.

• Control activo de la temperatura:Para los productos más valiosos y sensibles como el PUR, los contenedores refrigerados (reefer) son la solución definitiva. Mantienen una temperatura interna constante dentro de un rango seguro preestablecido, ignorando por completo los cambios climáticos externos extremos.

3. Transparencia de la información: Darle una "voz" al embalaje
La comunicación clara es el último eslabón en la gestión de riesgos. El uso de símbolos sensibles a la temperatura reconocidos internacionalmente en el embalaje exterior, complementado con instrucciones de almacenamiento en inglés y árabe (por ejemplo, "Almacenar en un lugar fresco, por debajo de 30°C"), guía eficazmente a los usuarios finales en las prácticas adecuadas de almacenamiento.